El gobierno. Erre que erre con gravar el éxito en España. - BASILIO RAMÍREZ

Impuesto de sucesiones: nuevo ataque a las competencias de las CC.AA.

 

España, uno de los países que más grava el éxito, sigue subiendo estos Impuestos, todo en contra de las tendencias de la OCDE, por la puerta trasera y desoyendo los efectos que esto tiene en la inversión extranjera.

A lo largo de los años de democracia, El PSOE se ha mostrado como un partido “federalista”, rechazando todas las posiciones “centralistas”. Esto ha cambiado con la llegada del Sanchismo y la señora Montero y ahora se lleva la centralización de los pocos Impuestos cuya regulación recaía en las Comunidades Autónomas. Y todo ello, como tantas y tantas cosas, por la puerta de atrás.

El último ejemplo de lo que estoy comentando está en la armonización y subida del Impuesto sobre el Patrimonio, a través del establecimiento (por la puerta de atrás) del Impuesto “temporal” – ya no temporal – de solidaridad de grandes fortunas. Con el mismo se ha conseguido doblegar a las pocas Comunidades Autónomas que no graban el éxito y por tanto favorecen la inversión, como es el caso de Madrid y Andalucía, principalmente.

Los Impuestos que gravan el éxito son principalmente, el Impuesto sobre el Patrimonio, El Impuesto de Solidaridad de grandes fortunas y el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones. Los dos primeros ahora centralizados, todos ellos de escasa recaudación y desechados progresivamente de todas los sistemas fiscales de la OCDE. A esta fecha solamente cuatro países mantienen este Impuesto en su sistema, España, Noruega, Suiza y Colombia. El resto lo ha desechado.

Este gobierno de Pedro Sánchez ya trabaja en una nueva maniobra que podría poner fin a la capacidad de las autonomías de bonificar al 99% el Impuesto de Sucesiones y Donaciones. El plan de María Jesús Montero, actual Ministra de Hacienda, pasa por llevar esta cuestión al Consejo de Política Fiscal y Financiera previsto para el próximo mes de julio.

Siguiendo sus propias atribuciones legislativas, doce Comunidades Autónomas han bonificado este Impuesto, siguiendo la corriente de la OCDE, en la que muchos países van eliminando este Impuesto. En la actualidad solamente 24 de los 38 países que forman parte de la OCDE, lo mantienen y en muchos casos con numerosas bonificaciones por lo que digamos que es un Impuesto Obsoleto.  Todos los Impuestos que gravan el éxito están obsoletos y no cumplen con la máxima que han de cumplir los impuestos, que es, recaudar.  Tienen escasa recaudación, pero son muy nocivos para la inversión nacional y extranjera. Afectan mucho a la mentalidad inversora.

Madrid ha demostrado que se puede recaudar más que nunca con la eliminación de estos tributos, pero como en este país parece ser más importante la confrontación que la eficacia de las medidas, el PSOE ha deslizado su propuesta de armonización del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones en varias ocasiones. Parece ser que Montero optará probablemente por establecer un tipo mínimo común que reduzca el margen de maniobra de las comunidades autónomas para bonificar el tributo. Otra agresión a la capacidad normativa de las CC.AA. que establece nuestra Constitución. ¡Qué digo, nuestra Constitución! ¡Y nuestro actual Tribunal Constitucional!

 

Van pasando los días de lo que se supone que es la estabilidad económica sin que nadie haga nada para mejorar y preservar el bienestar económico de España. El bienestar no se logra con normas como la de “prohibido pasar hambre”, el bienestar se logra cuidando de la económica con medidas efectivas, que casi nunca tienen nada que ver con la política y sí con la economía. Son dos asignaturas diferentes por algún motivo.  Incluso yo estudié una vez “política económica” …..

Lo que es evidente es que los impuestos que ahora están en España de actualidad y que gravan el éxito de empresas, profesionales, deportistas, jugadores de la selección Española de futbol (todos los que consiguen algo en la vida), están obsoletos, los están eliminando el resto de países de la OCDE, porque afectan de forma brutal a la mentalidad inversora , mucho más que recaudan.

En un año, la inversión extranjera cayó casi un 20%, apenas superando los 28.000 millones de euros. Es la peor cifra desde el estallido de la pandemia, en 2020, pese a que el Ministerio de Economía ha asegurado que se sitúa en el promedio del último quinquenio.

No sé en que medida, el Impuesto “temporal” (ya no temporal) de solidaridad de grandes fortunas es responsable de esta caída, pero si se a ciencia cierta que recibo habitualmente muchas consultas de empresas y profesionales de otros países que pretenden establecerse aquí y se han echado atrás por este motivo y por la actual evolución política.

A ver si alguien reflexiona y deja de poner “palos en las ruedas” y damos a este país que tan bien juega al futbol, el tratamiento que se merece, para mejorar de forma efectiva el bienestar de todos los españoles.

Y eso no se consigue gravando el éxito, eso se hace con la proliferación de la riqueza del país que crece cuando se enfoca bien ese éxito.

 

 

 

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